Oxidados barrotes de hierro frío se
clavan en mi camino
alzo la mano con la esperanza de
alcanzar mi destino
entre gritos constantes, pidiendo
perdón.
Cuanto tiempo perdido, derramando mis sentimientos
al fondo de aquel cristal,
cuantas buenas intenciones terminaron
ahogadas entre gemidos pagados,
entre lágrimas perpetuas.
Y sin fuerzas, sin tenerlas, sin
quererlas,
me adentré en la lujuria de maltratar
nuestro amor,
maldito fetichismo mefistofélico que
está moviendo los hilos de mi cobardía.
Oxidados barrotes de almas negras me
están cortando el camino,
Y sin escudo ni lanza dejo caer mi
estandarte, me rindo,
continuaré vagando sin alma, doy la
guerra por perdida.
No encuentro mi espejo, aquel que
refleje lo malo de mí, aquel que me lleve a ti,
y me pierdo entre la bruma de mi propio
fracaso.
Los papeles rotos en la esquina de mi
mesa me recuerdan tantos poemas de amor quemados, tantas caricias frustradas,
y voy sintiendo como me crecen las
negras alas que me elevaran
por encima la sensibilidad,
las alas que hundirán mis pasos en los
desprecios de la felicidad.
Oxidados barrotes en la noche de los
amantes están abriendo el camino,
cayendo sobre las lindes que me separan
de la verdad,
y sobre corazones sangrantes clavados en
cruces de espino,
dejo que discurra mi vida por el arroyo
de la realidad.
No quiero romper el contrato fiel que
firmé con el amor,
no quiero dejar pesares en mi camino,
tantas penas yaciendo en la línea perdida.
Si puedo evitarlo, no mataré mi corazón,
frenaré la fuerza del olvido,
y dejaré de ser el niño mimado que
siempre espera lo que le traiga el destino.
Rayaré mi futuro en la piel de la
eternidad para no escaparme de mis fracasos
e intentaré volver a la frontera que me
separa de la vida.
Oxidados barrotes clavaré en la línea
que separa el bien del mal, y ¡pisaré!,
pisaré sobre las marcas que me indique
el camino, seguiré los surcos de mi vida.
Herrumbre seca, con lágrimas vacías
clavadas en el camino de los sentimientos, dejaré.
No sé si me estoy engañando, pero sigo
adelante, busco renacer cada día.
y con la luz inerte de la esperanza,
busco mi esencia en este habitáculo vacío,
busco mi esencia removida entre los
recuerdos de tu sonrisa,
y busco palabras amables, entre las
palabras te busco a ti,
y entre palabras me estoy buscando.